Oficios de antesdeayer y hoy: El afilador
En La Chamarilería no solo tenemos tremenda pasión por los objetos inanimados, sino que también admiramos los oficios inanimados.
En Madrid queda una barbaridad de gente manteniendo formas de vida propias de una Zarzuela o de Los Tramposos. Estos seres sin epígrafe en la seguridad social salen de sus casas de renta antigua, realizan pequeñas tareas casi invisibles y sin saber hacer otra cosa han conseguido sobrevivir, tener esposa, hijos y una voz cazallera que debe ser requisito indispensable para que le respeten a uno cuando va con una flauta y una bicicleta.
Este simpático ser de la foto es un afilador especializado en trabajarse los restaurantes para turistas del centro. Lo único bueno de que el muy cabronías acabase con mi siesta, es que al menos ha rellenado sin saberlo con su foto un pequeño trozo de la red de redes esa y, en concreto, este su bloj.